La importancia de este curso radica en que la contaminación de los alimentos puede causar enfermedades graves e incluso la muerte de las personas que los ingieren, así como pérdidas económicas y de reputación para los establecimientos que los ofrecen. Además, la inocuidad de los alimentos es un derecho humano y una responsabilidad compartida entre todos los actores de la cadena alimentaria, desde los productores hasta los consumidores.
Las ventajas de tomar este curso son:
- Aprender a identificar y prevenir los peligros que pueden afectar a los alimentos, como los físicos, químicos y biológicos, y a aplicar las medidas de control adecuadas en cada etapa del proceso de elaboración.
- Adquirir hábitos de higiene personal y ambiental que eviten la contaminación cruzada y la proliferación de microorganismos nocivos en los alimentos.
- Conocer las normas y regulaciones vigentes en materia de inocuidad alimentaria y cumplir con ellas para evitar sanciones o clausuras.
- Mejorar la calidad y el sabor de los alimentos, así como su valor nutricional y su vida útil.
- Generar confianza y satisfacción en los clientes o comensales, así como fidelizarlos y atraer nuevos.
- Contribuir a la salud pública y al desarrollo sostenible, al evitar el desperdicio de alimentos y el impacto ambiental de su producción.
Algunas medidas y principios básicos que se enseñan en el curso son:
- Mantener la limpieza: lavarse las manos con frecuencia y correctamente, limpiar y desinfectar las superficies, los utensilios y los equipos que se usan para preparar los alimentos, así como el lugar donde se almacenan o se sirven.
- Separar los alimentos crudos de los cocinados: usar recipientes, tablas y cuchillos diferentes para cada tipo de alimento, especialmente para las carnes, los huevos y los productos lácteos, y almacenarlos en lugares separados para evitar la contaminación cruzada.
- Cocinar bien los alimentos: usar un termómetro para verificar que los alimentos alcancen una temperatura interna suficiente para eliminar los microorganismos patógenos, especialmente en las carnes, los huevos y los productos lácteos, y no consumir alimentos crudos o poco cocidos.
- Mantener los alimentos a temperaturas seguras: refrigerar o congelar los alimentos que lo requieran lo antes posible después de comprarlos o prepararlos, no dejarlos a temperatura ambiente por más de dos horas, descongelarlos en el refrigerador o en el microondas, no volver a congelarlos una vez descongelados, calentarlos bien antes de consumirlos o servirlos.
- Usar agua y materias primas seguras: usar agua potable o tratada para lavar o cocinar los alimentos, así como para beber o preparar bebidas, lavar bien las frutas y las verduras antes de consumirlas o cocinarlas, elegir productos frescos y en buen estado, revisar las fechas de caducidad o consumo preferente, comprar en lugares autorizados y confiables.
¿Quieres aprender a preparar y consumir alimentos de forma segura, saludable y deliciosa? ¿Quieres evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos y sus consecuencias negativas para ti y para los demás?
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